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Introducción: La liquidez se refiere a la facilidad con la que los activos se pueden convertir en efectivo sin afectar significativamente su valor. En el contexto financiero, la liquidez es un aspecto fundamental de la salud financiera, que afecta a las personas, las empresas y los mercados. Los altos niveles de liquidez permiten una rápida conversión de activos para cumplir con las obligaciones inmediatas, lo que repercute positivamente en la solvencia y la agilidad operativa de una empresa. Para los mercados, la liquidez garantiza transacciones fluidas sin grandes fluctuaciones de precios. La gestión de la liquidez implica equilibrar los activos líquidos para cumplir con los pasivos a corto plazo y optimizar el flujo de caja para respaldar las operaciones e inversiones en curso.

Tipos de liquidez:

• Liquidez del mercado: La capacidad de comprar o vender valores rápidamente en el mercado sin provocar un cambio significativo en su precio.
• Liquidez de efectivo: Disponibilidad de efectivo y equivalentes de efectivo que puedan usarse inmediatamente para saldar deudas.

Estrategias para gestionar la liquidez:

• Reservas de efectivo: Mantener reservas de efectivo adecuadas para cubrir los gastos a corto plazo y las emergencias.
• Gestión de activos: Administrar el inventario y las cuentas por cobrar para garantizar que se conviertan en efectivo de manera eficiente.
• Acceso al crédito: Establecer líneas de crédito u otras opciones de financiación para proporcionar liquidez adicional cuando sea necesario.